Cómo escribir para que Google entienda tu web
Muchas empresas invierten tiempo y dinero en el diseño de sus páginas web, pero descuidan un aspecto fundamental: el contenido. No basta con que sea visualmente atractiva si los textos no están optimizados para los motores de búsqueda. Google necesita entender claramente el propósito de cada página para poder mostrarla a los usuarios adecuados. Y eso solo se consigue con una redacción estratégica, pensada tanto para personas como para algoritmos.
Veamos una serie de puntos a considerar.
1. Escribe con intención: cada página debe tener un objetivo
No escribas solo para rellenar. Cada texto en tu web debe responder a una intención concreta: informar, atraer, convencer o posicionar una palabra clave específica. Antes de escribir, pregúntate: ¿qué quiero que entienda el usuario y Google al leer esto?
La intención de búsqueda (informativa, transaccional, navegacional) es clave. Si alineas tu contenido con lo que las personas buscan realmente, Google lo interpretará como útil y lo mostrará en mejores posiciones.
2. Usa palabras clave con naturalidad, no como receta mágica
Elegir bien las palabras clave es fundamental, pero más aún es usarlas con sentido. Inclúyelas en:
- El título (H1)
- Subtítulos (H2, H3…)
- Primeros 100 caracteres del texto
- Atributos ALT de imágenes
- URL y meta descripción
Pero evita repetirlas forzadamente. Google valora los textos fluidos y útiles para el lector, no los textos “inflados” de keywords.
Si tu web no está optimizada con un lenguaje claro, bien estructurado y orientado al usuario, Google no podrá mostrarla en los resultados.
3. Estructura clara: Google ama lo ordenado
Divide tu contenido en secciones, usa subtítulos, listas, párrafos cortos y lenguaje directo. Esto facilita tanto la lectura como la indexación.
Una buena estructura ayuda a los motores de búsqueda a “entender” tu contenido y mostrarlo con fragmentos destacados (rich snippets), lo que puede aumentar tu visibilidad.
Cuanto más ordenado y claro esté tu texto, más fácil será que Google lo posicione correctamente.
4. Optimiza los metadatos: pequeñas líneas con gran impacto
Los metatítulos y las descripciones no aparecen dentro del texto visible, pero son determinantes. Son la carta de presentación de tu página en Google.
Un buen metatítulo debe tener menos de 60 caracteres y contener la palabra clave principal. La metadescripción debe atraer al clic y resumir el contenido con claridad.
No descuides los metadatos: son el primer contacto entre tu contenido y tu posible lector.
Escribir para Google no significa perder naturalidad, sino dar estructura y sentido a tus contenidos para que trabajen a tu favor.
5. Escribe para humanos, pensando en Google
La regla de oro: tu contenido debe estar escrito para personas, pero estructurado para que Google lo entienda. Eso significa ofrecer valor, ser directo y útil, pero también prestar atención a la forma técnica de comunicarlo.
Evita rodeos, frases genéricas y bloques de texto interminables. Sé claro, responde preguntas y organiza tu contenido con lógica. Así ayudas tanto al lector como al buscador.
En definitiva, Google no premia a quien grita más fuerte, sino a quien comunica mejor. Escribir bien es escribir con estrategia: entender qué buscan tus usuarios, usar bien tus palabras clave y presentar la información de forma clara, ordenada y útil. Solo así lograrás posicionarte y atraer tráfico de calidad.
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